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Las decisiones en favor de la competencia han surgido con lentitud y, una vez tomadas, han sido frustradas por la ineficacia del sistema de regulación y el sistema legal. Si bien en los últimos años se han adoptado iniciativas más claras y enérgicas para propiciar un entorno más competitivo, en todos los segmentos del mercado existe una empresa dominante, que presenta una participación de mercado muy superior a sus competidores más cercanos.

En México 42.4 millones de personas usan una computadora y 37.6 millones utilizan Internet. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), informó que los usuarios de Internet registraron un aumento del 14.7% respecto al 2010. El grupo de población de entre 12 a 34 años es el que más utiliza el servicio de Internet, con una participación del 64.5 por ciento.  (http://www.mediatelecom.com.mx)

En la actualidad contamos con muchas compañías que ofrecen el servicio de Internet aunado a otros servicios.  Estas empresas venden el servicio de acuerdo a la velocidad de la conexión, es decir, de acuerdo a los Megabytes (Mbps) de velocidad que ofrezcan, además de los servicios adicionales como la telefonía fija y la televisión de paga, lo que comúnmente se conoce como tripleplay.

Un estudio realizado por la consultora AGA Marketing reveló que compañías como Telmex, Cablevisión, Cablemás, TotalPlay entre otras, incumplen su promesa de velocidad de conexión a Internet, escudándose bajo el pretexto o la excusa de la saturación de la banda ancha. Ante esto la ley no obliga a estas empresas a cumplir con el compromiso suscrito en la contratación de dicho servicio y tampoco reciben ninguna sanción por no cumplir con lo ofertado, dejando al usuario vulnerable y sin ningún tipo de poder legal para defenderse de estas empresas de lo que a todas luces es un “fraude” disfrazado. En otros países de América Latina como Argentina, Brasil o Colombia se imponen multas al mal rendimiento del internet o a las fallas que puedan presentarse, esto de acuerdo a José Otero, director de la consultora Signals Telecom Consulting. (http://www.bitacoracultural.com ciencia y tecnología)

Así pues aunque las propagandas y la publicidad nos ofrecen velocidades de conexión descomunales, la triste realidad nos muestra que el servicio está muy por debajo de lo esperado en comparación con otros países del mundo en donde la velocidad de conectividad es mucho mayor.

De esta manera cabe cuestionarse: ¿Los usuarios realmente pagan lo que consumen? ¿Existen sanciones para el mal servicio? ¿Qué papel ha jugado la COFETEL al respecto?

Bajo este contexto se dejan en evidencia las limitaciones del organismo regulador para telecomunicaciones que tenemos en México. La COFETEL no cuenta con autonomía respecto del gobierno para tomar decisiones, ni para ejercer una solución que resulte efectiva, no tiene capacidad de imponer multas sino únicamente puede recomendarlas y establecer los montos de las sanciones, los cuales son muy modestos en relación al incumplimiento de este tipo de compañías. Si comparamos las medidas y sanciones que se tienen en otros países por parte de las autoridades que regulan los mercados, nuestro país resulta sumamente bondadoso en este ámbito.

La legislación no ofrece vías libres para que la autoridad regule los criterios desiguales. Es decir no se imponen limitaciones y supervisiones específicas a las empresas que controlan un segmento significativo en el mercado de las telecomunicaciones.

En un estudio realizado por la OCDE se mencionan las consecuencias que tiene la concentración del mercado en una la sociedad: “El que una sola empresa domine el mercado de telefonía de voz fija, banda ancha fija y telefonía móvil, es la fórmula para que haya altos costos, precios elevados, mala ca­lidad, pocas opciones, competencia limitada y bajos porcentajes de penetración, con con­secuencias adversas previsibles para el desarrollo económico de México y el bienestar de sus ciudadanos”.

Ahora no sólo tenemos a TELMEX, también tenemos a Televisa-Iusacell con la suficiente infraestructura para competir, pero de igual forma con muchos intereses de por medio, si bien esta fusión aún no ofrece el servicio de internet, es bien sabido que está en sus planes ser proveedor del llamado cuádruple play. (http://www.cnnexpansion.com/negocios/2012/06/14/televisaiusacell-a-cambio-de-3-cadena)

Tal parece que al estado le interesara más velar los intereses de las empresas y seguir en dentro de un “compadrazgo” que seguirá haciendo que la autoridad encargada de regular (COFETEL), carezca de facultades suficientes para jugar su papel. Ante este panorama se puede pensar que el poder político ha simpatizado más con la posibilidad de respaldar a otros consorcios para que compitan con Telmex  que con la edificación de una nueva institucionalidad que propicie un auténtico mercado con reglas en beneficio de la sociedad.

El estudio de la OCDE apunta que es necesario reformar la regulación para así estimular la competencia y remarca cuatro puntos: (http://www.oecd.org/centrodemexico/medios/49502120.pdf)

  • La Cofetel debería estar facultada para regular  las tarifas de interconexión, con el fin de fomentar la competencia entre operadores, así como para facilitar el desarrollo y crecimiento del sector, proporcionando certeza reguladora e igualdad de condiciones en el mercado móvil.
  • La Cofetel debe tener autoridad para imponer la separación funcional y, de ser necesario, estructural, de cualquier operador que continúe abusando de su poder de mercado, y ayudar a asegurar la igualdad de acceso y equivalencia de insumos de los operadores.
  • La responsabilidad de fijar y administrar el esquema de precios utilizado en la regulación de los precios de Telmex al usuario final debe correr a cargo de la Cofetel.  Es necesario modificar el esquema de precios, de modo que la Cofetel sea la única encargada de determinar el “factor X”.
  • Puesto que el marco legal vigente no ha resultado eficaz, se necesitan reformas legales para promover la compartición eficiente de infraestructuras y eliminar las barreras para la obtención de derechos de paso (o derechos de vía).

Mientras el órgano regulador esté capturado por los regulados será imposible que realmente exista una libre competencia sin privilegios ni acuerdos de compadres que sólo beneficien a un pequeño sector a costa de la población que paga y confía en que recibe los mejores servicios.

Un nuevo competidor entra a la batalla de la telefonía celular, trayendo consigo una fuerte inversión en este ámbito, mejor calidad del servicio, un precio más accesible para los usuarios, y oportunidades para acabar con un monopolio.

Este hecho sería una gran noticia a no ser por el “nuevo” competidor. Éste es una fusión de viejas compañías que están posicionadas en el campo de las telecomunicaciones Televisa-Iusacell (TvAzteca), pero ¿Qué hay detrás de esta alianza? ¿Habrá beneficios? ¿Les interesa proteger los derechos de los usuarios? ¿Realmente habrá  libre competencia?

Bajo estos supuestos la sociedad mexicana necesita exigir una mejor calidad de las telecomunicaciones, que esté a la altura de su demanda, que promueva nuevos y mejores contenidos así como una mayor accesibilidad en los precios a las tecnologías de las telecomunicaciones. Bajo los argumentos de la fusión se pretende generar una “alta competitividad” en el mercado de la telefonía obligando a las empresas a dar “un mejor servicio”, para dejar atrás los viejos monopolios con tarifas excesivas y pésimo servicio a los usuarios.

En abril de 2011 Grupo Televisa del empresario Emilio Azcárraga dio a conocer que estaba interesado en adquirir el 50% de las acciones de Iusacell, empresa perteneciente a Ricardo salinas Pliego dueño de TV Azteca, esta adquisición se haría  con una cifra cercana a los 1,600 millones de dólares. Con esto Emilio Azcárraga y Ricardo Salinas Pliego se asociaban para competir contra el líder de la telefonía en México el señor Carlos Slim. Los objetivos bajo los cuales argumentan esta alianza son: Fortalecer la estructura del capital de Iusacell, financiar inversiones de capital futuras y lanzar nuevos y mejores servicios.

En febrero de este año, la Comisión Federal de Competencia (CFC) rechazó esta alianza ya que se consideraba que la competencia de tv abierta y tv restringida en el mercado correría riesgos, pero ambas compañías pidieron a la comisión reconsiderara.

En mayo  el Pleno de la Comisión Federal de Competencia (CFC) dio por aprobada la concentración entre Televisa y Iusacell, bajo ciertas condiciones que impuso dicha comisión,  y las cuales  promoverán una mayor competencia en los mercados de televisión abierta y restringida.

*Las condiciones que dio a conocer el pleno son las siguientes:

1. Licitación de tercera cadena: Si al término de 24 meses (a partir de la fecha de la fusion) no se ha realizado exitosamente la licitación de una tercera cadena de televisión abierta, se detonará automáticamente un mecanismo de disolución de la sociedad entre Grupo Televisa y Grupo Salinas en Iusacell, que conducirá a que uno de ellos venda su participación al otro, eliminando por completo el vínculo corporativo entre ambos grupos. Y una multa tanto a Televisa como a Tv Azteca del 10% de sus ganancias anuales.

2. No discriminación en venta de publicidad: Televisa y TV Azteca están obligados a vender espacios publicitarios a cualquier empresa de telecomunicaciones, en condiciones de mercado, es decir, al precio promedio para cada canal y franja horaria.

3. Prohibición de ventas atadas de los servicios de Iusacell: Televisa y TV Azteca tienen prohibido condicionar la venta de espacios publicitarios a la contratación de Iusacell por parte de sus clientes.

4. Administración separada: Los principales directivos de Iusacell deben estar completamente desligados de la administración de cualquier otra empresa de Grupo Televisa y Grupo Salinas.

5. Venta separada de contenidos de televisión abierta y restringida: Los contenidos de televisión abierta son un insumo esencial para las empresas de televisión restringida. Por ello, Televisa ha estado obligada a vender sus contenidos de manera no discriminatoria desde 2006. A partir de ahora, adicionalmente está obligada a separar las señales abiertas de las señales restringidas, las cuales se vendían en paquete hasta ahora. TV Azteca igualmente adquiere la obligación de vender sus contendidos de televisión abierta de manera no discriminatoria y sin empaquetarlos con otros contenidos.

6. Prohibición de empaquetamiento TelevisaTV Azteca: Las empresas están obligadas a comercializar por separado sus contenidos de televisión abierta a los concesionarios de televisión restringida.

7. Total Play sin participación de Grupo Televisa: La empresa Total Play, dedicada a ofrecer servicios de triple play (telefonía, televisión restringida e internet) en el Valle de México deja de ser parte de la sociedad entre Grupo Televisa y Grupo Salinas para integrarse exclusivamente a Grupo Salinas. Con ello, se evita que Grupo Televisa, propietario de Cablevisión, tenga participación accionaria en un competidor.

A continuación se presenta un pequeño análisis del incumplimiento por parte de los grupos que conforman esta alianza:

En estos últimos meses hemos visto como tanto televisa como Tv Azteca han frenado la licitación de una tercera cadena, y lo han hecho de manera directa,  al imponer  8 amparos ante la CFC para frenar el apagón analógico. ¿Qué tiene que ver el apagón analógico con una nueva cadena?

Con el multiplexeo o multiprogramación los concesionarios podrán incorporar otras señales a la explotación de los seis megahercios es decir, tendremos una multiplicación de la señal y donde antes había un canal, ahora podrán haber hasta seis, entonces al abrirse más espacio habrá mayor posibilidad de competencia y oportunidad de que otros empresarios quieran participar en la licitación de nuevas cadenas de televisión, a mayor espacio mayor competitividad. Es ahí donde vemos la estrategia de las dos televisoras al imponer los amparos, pues sus intereses se ven afectados.

Otra cuestión de incumplimiento es que Televisa y Azteca no difunden comerciales de América Movil (perteneciente a Carlos Slim) ,por lo que no se puede hablar de una “no discriminación en venta de publicidad”

Como tercer punto de incumplimiento tenemos que  hace no más de un mes la CFC multó a televisa-iusacell con una suma de 54 millones de pesos, la razón fue que los directivos de televisa ya formaban parte de Iusacell incluso antes de que se aprobara la unión.

Por otro lado para la AMEDI, la Comisión Federal de Competencia (CFC) ha pretendido equilibrar el mercado de las telecomunicaciones, pero erradicó de un plumazo la escasa competencia que existía en radiodifusión, fusionando a las dos televisoras que concentran la casi totalidad del mercado audiovisual.

Con su resolución los comisionados violaron la Constitución y la Ley Federal de Competencia Económica y configuran un monopolio convergente que se enfrentará a las principales empresas de telecomunicaciones, pero que no protege el interés público ni el bienestar de los consumidores, señaló la AMEDI en un comunicado.
Subraya que “no hacía falta autorizar la fusión Televisa-Iusacell para comprobar el daño que el duopolio le ha infligido a la democracia mexicana, ahora ese poder se ve fortalecido y acrecentado por resoluciones tomadas bajo presiones políticas.

Es así como se pretende manejar intereses individuales, bajo la máscara del libre mercado y el derecho de los usuarios de un servicio diferente y a la altura de nuestras necesidades, pero ¿diferente en qué sentido? y sobre todo cumpliendo ¿qué necesidades?, las que ellos impongan o realmente las que usuarios como nosotros requerimos. ¿En verdad nos dan una nueva opción y libre opción o solo una opción manejada por los mismos actores?

Podemos hablar sin ninguna duda que la llegada de la nueva cadena y el apagón analógico será un hecho, solo que hay que resaltar que al parecer no será cuando lo mande la Comisión Federal de Comunicación o la AMEDI, sino en el momento en que estas compañías lo dispongan, pues hasta ahora han hecho las cosas de acuerdo a sus intereses sin importar las condiciones establecidas.

Entonces bajo todas estas anomalías, ¿se puede hablar de una libre competencia?

*Diario “El universal”

¿Y si tuviéramos mas canales de Televisa y Azteca?¿Y si ahora en lugar de ver un canal de las estrellas viéramos cuatro con los mismos programas?¿Y si tu tele que es más antigua que tú en la familia dejara de funcionar? Apoco no sería molesto, pues eso nos espera con el “apagón analógico” en la televisión mexicana.

Desde hace algunos años se ha venido trabajando el tema de la digitalización de los medios centrándose más en la televisión. Al hablar de este tema nos referimos a convertir la vieja señal con puntitos blancos y distorsionada a una señal digital con una mayor definición que para sea vista es necesario contar con un televisor de nueva generación. En este texto vamos a explorar los pros y los contras de este proceso de digitalización.

De acuerdo con la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) se ha llegado a una  resolución consistente  en el tema de las telecomunicaciones, por lo que el 31 de diciembre de 2015 será el último día en el que se transmitirán señales analógicas en tv abierta. Éste proceso se conoce como “apagón analógico”.

La Cofetel espera un 90% de penetración de televisión digital terrestre (TDT) en todo el país, de acuerdo con la política de transición

El apagón analógico permitirá liberar parte del espectro radioeléctrico en la banda de 700 MHz, que se considera ideal para ofrecer servicios de Internet de banda ancha móvil.

Con ésta resolución han surgido numerosas oposiciones, por un lado las trabas y los intereses de algunas cadenas de radiocomunicación privadas hacen imposible el avance en este tema; por el otro, las soluciones que alegan en su defensa más que lograr una solución y un avance que beneficie a los consumidores y al país, generan un retroceso y una falta de respeto y compromiso con la sociedad.

La propiedad de los medios es otro aspecto que frecuentemente se olvida que se debe garantizar una pluralidad en los medios de comunicación, permitir que los contenidos que se transmiten no sean controlados de manera exclusiva por un número finito de agentes sociales y económicos. Pero pareciera que este acuerdo pretende no tomar en cuenta a más cadenas de comunicación, existiendo favoritismos hacia concesionarios y violando derechos de igualdad.

María de la Luz Casas en su texto “Políticas de comunicación un tema pendiente en la agenda” nos dice que, principalmente en los países latinoamericanos,  los medios se encuentran concentrados en unas cuantas manos.  Que en contubernio con otras empresas, tratan de manera informal el rumbo que habrán de seguir las políticas de comunicación, sin tomar en cuenta el impacto social de las mismas.

MVS advirtió que el acuerdo de televisión digital terrestre, que pretende poner en marcha la COFETEL para lograr el apagón analógico, favorece a concesionarios y permisionarios de televisión abierta, al permitirles obtener concesiones sin licitación pública, lo cual vulnera el principio de igualdad, competencia económica y libre concurrencia, y genera nuevas barreras al mercado de televisión abierta.

Mientras tanto en la página de esmas.com, del grupo Televisa, se justifica la inserción de la tecnología digital: “Con la tecnología digital los mexicanos recibirán una señal de mayor calidad, más opciones de programación de forma gratuita y la posibilidad de contar con servicios adicionales, entre otros beneficios”.

Los retos que implica la digitalización de la televisión no están siendo resueltos por la autoridad (Cofetel, Secretaría de Comunicaciones y Transportes) ni por el Congreso de la Unión. Por su parte, la Comisión Federal de Competencia, órgano antimonopolios, sólo se ha limitado a emitir opiniones y no ha dejado en claro el régimen de derechos adquiridos y las prácticas anticompetitivas que implicaría explotar varios canales digitales. A todo lo anterior agreguémosle la incapacidad por parte del gobierno federal de enfrentar y frenar a las televisoras, que como bien se sabe son conocidas como el cuarto poder.

Por su parte la Asociación Mexicana del Derecho a la Información (AMEDI) advirtió que el apagón analógico y la transición a la televisión digital terrestre provocará que haya mayor concentración en la televisión abierta gracias a la multiprogramación o multiplexeo que permite esta tecnología. A su vez comentó que de no partir por la reglamentación y aplicación de una legislación adecuada, crecería la barrera de entrada de otros competidores al sector de las Telecomunicaciones. El multiplexeo o multiprogramación consiste en que los concesionarios puedan incorporar otras señales a la explotación de los seis megahercios que les corresponden, con ello la señal televisiva se multiplicaría al tener hasta seis canales donde antes, con la señal analógica sólo había uno.

Ahora bien, para que se complete el “Apagón analógico”, la Cofetel menciona que se debe tener una penetración de 90% de televisores que cuenten con un codificador de señal digital. Lo anterior resulta insostenible si analizamos que, según el INEGI, el 79% de los hogares mexicanos no cuenta con una televisión de estas características.

Una alternativa que ha planteado esta comisión es que se presupueste un subsidio gubernamental para repartir codificadores a las familias de bajos ingresos y que de esta manera sus televisores analógicos puedan recibir la señal de la tv digital. Estos datos resultan sospechosos, pues nos podría hablar de los posibles planes de negociación del gobierno con las grandes empresas fabricantes de televisores o de aquellas que lancen al mercado los nuevos codificadores.

Lo que realmente se debería de buscar es una legislación de medios que en verdad tenga un órgano regulador con rigor, que sancione con firmeza las prácticas monopólicas y fomente la participación de nuevos actores sociales en los medios digitales, pero eso parece ser aun un sueño muy lejano.

 

Artículo recomendado:

http://www.proceso.com.mx/?p=264784